miércoles, 9 de noviembre de 2016

ILUSTRADOR DECUR

Transformación



Decur (Guillermo Decurgez) nació en Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina, el 30 de octubre de 1981. Vive y trabaja en Arroyo Seco, localidad situada 30 kilómetros al sur de su ciudad natal.
En 1999 publicó por primera vez una historieta en el diario de Arroyo Seco y, tiempo después, en 2007, algunas ilustraciones para una revista local. En 2009 conoció a Liniers:  

“Liniers me cambió la vida; me invitó a participar de su tira Macanudo, en el diario La Nación. Después apareció Kioskerman y muchísimos más que me llenaron más el alma”.



¿Cuál fue tu primer dibujo y que te inspiró a hacerlo?
¡Habría que preguntarle a mi padre si guardó el primer garabato que hice!
Recuerdo que de chico me gustaba mucho Quino y el color de Caloi. También me gustaba Mendieta tomando mate. Esas cosas me inspiraban a dibujar mis primeros personajes: “los narigoncitos” (prácticamente eran como unos pequeños duendes muy narigones y de diferentes tamaños. Ahora los estoy retomando)

¿En qué momento pensaste que podrías vivir de la ilustración?
¡Creo que todavía no vino ese momento!

¿Dónde nace la inspiración para crear personajes e historias tan peculiares?
Estás barriendo el patio y vez un color amarillo con manchas naranjas en una hoja seca y es muy probable que a la hora de pintar un sombrero sea con esos colores, que de alguna manera quedaron pegados adentro. La creación de personajes e historias vienen de afuera y se mastican adentro de uno. Es decir que uno es como una fábrica en donde se mezcla todo para hacer un producto. Hay diferentes mezclas, diferentes elementos y diferentes productos,  y no todos procesan los mismos elementos.

"La primer notebook"

¿Qué ilustradores históricos o contemporáneos admirás y tomás como modelo?
En mi infancia lo fueron Quino, Fontanarrosa y Caloi. En la actualidad Liniers, Max Cachimba, Brecht Evens, Jorge González y muchísimos más.

Tus Ilustraciones están llenas de colores y fantasía, pero con un sutil toque surrealista muy característico ¿Cómo definirías tu estilo?
Raro.

¿Experimentas con otras técnicas además del acrílico? ¿Cuáles?
Acuarela y lápices de colores. Durante muchísimo tiempo dibujé  con lápiz 2B

¿De dónde nacen esas escenas oníricas llenas de poesía que disfrutamos en muchas de tus viñetas?
¡De los cajoncitos de una máquina de coser!

Novela gráfica
¿Qué nos podés contar de tu experiencia de trabajar con Liniers?
Realmente una de las personas más amables, generosas y humildes que conocí en mi vida. Gracias a él estoy vivo, así que imaginate lo que significa para mí estar haciendo una novela gráfica con él.

Tu historia de vida es muy interesante y emotiva ¿Te animás a contárnosla resumidamente para los lectores que no la conocen?
Mi viejo trabajaba todo el día y mi vieja no me enseñaba muchas cosas que digamos.  Así que aprendí que para vivir había que trabajar en una fábrica.
Dejé la escuela a los 15 años y trabajé con mi viejo de peón de albañil y pequeños trabajos en casas. Luego ingresé a trabajar en una automotriz que me decía que era parte de la familia hasta que me jodí la columna y la familia me dejó en la calle.
Esos amigos a los cuales yo decía “amigos” no lo fueron. En mi momento más difícil aparecieron dos buenos amigos, pero eso no bastó para intentar terminar mi vida. Todos los días me dormía pidiendo por favor no despertar, hasta que un día vi lo que dibujaba Liniers y cómo era su vida. Fue el sol de la libertad del preso, la calma del mar después del viento. Fue y es mi segunda vida, la vida de Decur.

¿Qué nombre le pondrías a tu propia película donde pasaste de no tener trabajo a en 2 años estar publicando tu segundo libro, además de participar en muestras, talleres, etc.?¿Por qué?
“La chicharra”. En realidad, más que explicar el por qué, me gustaría que “googleen” el nacimiento de una chicharra y vayan sacando sus propias conclusiones.

 
Ilustración Suplemento IDEAS - La Nación
En tus ilustraciones conviven dos emociones: la alegría y la nostalgia. En algún momento te inclinaste más por la alegría ¿Qué te llevó a esto?
Pasar a una segunda vida tuvo su transformación, porque cuando me decidí a dibujar y sólo dibujar, pasé a ser un bicho extraño y de a momentos me sentía como el personaje de la metamorfosis de Kafka. Pasé de ser el pobre depresivo a ser el pobre vago que desperdicia su vida con el dibujo ergo, vivía encerrado en mi habitación, leyendo y dibujando muchísimo (así mismo trabajaba en un ciber café para los gastos de esos libros y las pinturas).

Mis dibujos eran sepia, llenos de nostalgias y mensajes ocultos. Deposité mucho cariño en objetos que me rodeaban: plantas, muñecos, cajones. Ellos siempre estuvieron y estarán acompañándome sabiamente en silencio.
Al año de este encierro empezaron a cambiar muchísimas cosas, el mundo exterior me llamaba, así que empecé a salir del caparazón pero esta vez para conectarme con gente hermosa. ¡Mi mundo cambiaba de sepia a multicolor!

¿Un consejo para los ilustradores que están empezando y quieren vivir de esta profesión?
Deseo, determinación y disciplina.






Si querés saber más sobre él y sus trabajos podes seguirlo por:



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