miércoles, 28 de septiembre de 2016

ILUSTRADORA ALETA VIDAL

Madre heroína


Aleta Vidal nació el 20 de abril de 1978 en el partido de Vicente López, provincia Buenos Aires. Estudió Bellas Artes en la Escuela Manuel Belgrano. Realizó estudios en el Taller de Dibujos Animados Bujos y también en Bitt AnimationStudio. También estudió dibujo, historieta e ilustración con los historietistas Enrique y Carlos Villagrán.
 
Es una ilustradora muy versátil: diseña personajes, storyboard, layouts. Realizó trabajos para series y películas de animación (Mono Mario, Patoruzito 2, Teo Cazador Intergaláctico, Cartoon Network, entre otros), publicidades, videojuegos, historietas y libros infantiles (Criatura Editora, Riderchail, Abran Cancha). Aleta nos cuenta estas experiencias y más con sus propias palabras.


¿De dónde proviene el nombre Aleta? 
Aleta es la reina de las islas brumosas y esposa de Val en El príncipe valiente, de Harold Foster. Hay una tradición comiquera en mi familia, como verán.

"Me gusta mucho dibujar chicas, y esta es una de las que me gusta."
¿Qué te llevo a ilustrar y cuando lo empezaste a pensar como profesión?
Justamente viene de esa tradición, en mi casa había muchas historietas: DC de EditorialNovaro (Superman, Legión de superhéroes, Lois Lane y  Batman eran mis preferidas), Valentina de Guido Crepax, Spirou, Fierro, El Eternauta, Flash Gordon, Mandrake, no sé, ¡muchas! Y yo crecí leyendo todo eso y no pude más que enamorarme de la historieta. Me la pasaba leyendo y dibujando historietas, y siempre decía “cuando sea grande voy a ser bailarina e historietista”, o astrónoma e historietista, o gimnasta e historietista, o guitarrista e historietista, hasta que todo lo demás se diluyó y quedó historietista o dibujante en general, porque después me cope con la animación y la ilustración. Como mis viejos habían estudiado Bellas Artes ya sabia de chica donde quería estudiar.

¿Podés describir que sentís cuando estás frente a una hoja en blanco lista para ilustrar?
Dibujar es algo que me da mucho placer, si no estoy dibujando por laburo estoy dibujando mis proyectos, y sino estoy haciendo garabatos en mis cuadernitos mientras tomo mate o espero que se haga la comida, o una servilleta mientras hablo por teléfono. No sé si responde a la pregunta, pero la hoja en blanco no queda mucho tiempo blanca, es una cosa que hago como comer o respirar, tengo el impulso de dibujar. Me salvo de tristezas, malhumores, de volverme loca o deprimirme. Si estoy muy metida en lo que estoy haciendo me da ansiedad tener que cortar y tener que esperar otro momento para seguir, o si estoy con una entrega y me falta poquito para terminar y tengo que cortar, también se me instala en la mente hasta que vuelvo y termino. Por otro lado tener dos hijos me hizo reordenar mis prioridades y mi habilidad para dibujar en el medio de la desconcentración total. Entendí que trabajar en casa, pero en una parte apartada de la casa (el estudio que tenemos arriba) me sacaba demasiado tiempo con mis hijos, y estar cerca de ellos es caótico, pero aprendí a hacer las dos cosas sin volverme demasiado loca. Me interrumpen todo el tiempo: mi nena se me sube a upa, me saca el lápiz o se queda sentada viendo como dibujo, mi nene está en el cole pero siempre necesita algo porque , naturalmente, es un nene y necesita cosas de mí. Pero también es muy compañero y entiende que trabajo, se sienta conmigo y dibuja a la par ¡De hecho me recuerda mucho a mí de chica!
Así que amalgamé todo y fluye. Tengo horarios de trabajo como para cortar y ser una persona normal en algún momento del día, pero hoja en blanco, dibujada y familia son el combo de lo que soy.
 
"Valentin en realidad es mi hijo Benjamín, y Lolita es Larita, (...) todo lo que tenga que ver con ellos tiene muchas cosas especiales."

¿Ser madre cambio tu manera de dibujar?
Absolutamente. Me acercó más a la ternura, me inspiró mucho en ese sentido.
Cuando ilustro cosas infantiles pienso en qué le gustaría a mis hijos o los dibujo a ellos, sino dibujo un personaje que sea parecido a ellos y alguna de sus características le pongo.
Antes de que naciera mi hijo mayor había trabajado en animación, ilustración infantil algo. Pero no fue hasta que nació él que no publique mi primer libro infantil. Me inspiró muchísimo y era algo que quería hacer hacía mucho tiempo, pero siempre me metía en otros proyectos. Cuando fui mamá por primera vez fue el momento justo y contrario a lo que se piense de trabajar con un bebé en casa, para mi fue una época muy productiva e inspiradora.

"La dulce jardinerita es mi hijita Lara. Adore hacer esa historieta."
¿Qué te llevó a irte inclinando cada vez más por la ilustración infantil?
Como decía, siempre me gustó y lo hacía para mí pero yo empecé a trabajar profesionalmente como dibujante en la animación. Trabajaba en estudios, en películas, separadores, publicidades.
Trabajé bastante en animación y fue a lo que más tiempo le dediqué por varios años. La ilustración infantil quedaba siempre para después, pero de a poco le fui haciendo lugar a ideas y estilos.
Cuando nació mi nene decidí trabajar desde mi casa porque no quería estar todo el tiempo sin él. Eso me dio tiempo para balancear proyectos propios y mi trabajo freelance.
Al cambiar toda la dinámica me hice (un poco) más dueña de mis tiempos y empecé a hacer las cosas que tenía pendientes, y como contaba antes, ser mamá me inspiró y le aportó ternura al dibujo, y ahí llegaron los libros infantiles.

 Tu marido Sage es dibujante, animador, ilustrador y escribe guiones. Además es director de arte en un estudio de videojuegos y sabemos que realizan varios proyectos juntos ¿Cómo es la experiencia de trabajar con tu esposo?
Es como medio natural, porque de hecho nos conocimos trabajando.
Siempre estamos haciendo cosas juntos, si bien él se fue yendo al arte de videojuegos y yo a la historieta y la ilustración, siempre estamos con algún proyecto, intercambiamos ideas, nos corregimos.
Él desarrollo la escritura, que es algo que quería encarar hacia un tiempo, e hicimos varias historietas cortas, que se publicaron en diferentes revistas y después en 21 Experimentos Cortitos.
La idea de hacer 11 Días nació tomando mate un domingo. Él me preguntó que me gustaría dibujar en una novela gráfica, yo le conté y él empezó a tirar ideas geniales, y de ahí no paramos.
Cuando vienen las críticas es el tema. Yo me pongo como sensible jaja, le digo cosas como “seguro que a otra persona no le decís nada si te muestra un dibujo así” o en cocorita tipo “no pienso dibujar eso”. Él es muy muy muy perfeccionista, lo cual es genial porque yo dibujo rápido y a veces se me puede escapar algo.
Pero salvo por esos episodios graciosos y aislados, trabajar juntos está buenísimo. Con 11 Días hicimos los dos lo que teníamos ganas, nos gustó mucho hacerlo y contamos cosas de muy adentro. También publicarlo en “Llanto de Mudo” nos dio mucha libertad y además nos alentaban y festejaban en cada página. Sin dudas eso terminó de hacerlo un libro especial y más ahora que extrañamos tanto a Diego Cortés, forma parte de algo más sensible.

"Tapa y contratapa de 21 Experimentos Cortitos, algunos de los personajes que fui dibujando en historietas cortas."
 ¿Podrías contarnos cómo es tu proceso creativo?
 Bueno: se me ocurre algo, me siento a hacerlo, después me documento, me obsesiono con seguirlo, me frustro cuando no me cierra, y sigo hasta terminarlo. Eso resumiendo, ¡pero es algo así!
Depende mucho de lo que esté haciendo. Hay algo en común a todo y es que no me gusta estar demasiado tiempo con lo mismo. Si estoy haciendo algo que me va a llevar dos años, necesito hacer pausas y hacer otras cosas, pero no pausas demasiado largas porque si no veo lo que hice, y lo veo viejo, o empiezo a corregir y ahí se hace más largo, y tengo que hacer otra pausa, y así.
También algo común a todo es que siempre son ideas que surgen o de mí o de algún escritor, pero que son como chispazos, pum pum pum y a dibujar. 
Como no todos los tiempos en los proyectos son funcionales a mis ideales de trabajo, se me empiezan a cruzar entregas o cosas que surgen y tengo que dejar colgado algún proyecto. Cuando pasa eso es bastante molesto, sobre todo cuando estoy arrancando, porque siento que está ahí esperando.
  
¿Cómo definirías tu trabajo? (Estilo, temas, etc)
¡Uy, qué pregunta! Creo que lo definiría como fantasía-costumbrista-realista pero no tanto, tierna y sanguinaria a la vez… ¡No lo sé! Me gusta cambiar de estilos, me gusta dibujar un realismo estilizado, pero también me gusta hacer cosas infantiles súper tiernas, y todo lo que está en el medio de eso también lo disfruto.

Un hada cautivando a un hombre.
 En tus ilustraciones vemos influencias muy variadas desde comics americano hasta una serie muy art nouveau ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
Como contaba antes, crecí con DC. Me encanta el realismo estilizado de Curt Swan, o Kurt Schaffenberger  y creo que fueron los primeros dibujantes que admire en la vida junto a Harold Foster y Mucha.
De chica era muy miedosa (sigo siéndolo) pero desde que me puse de novia con Sage me empezó a gustar mucho el terror y descubrí que dibujar zombies me ayudaba a no tener miedo, así que los zombies, o tomin, como dice mi nena, me abre a cosas espantosas que no sabia que podía dibujar ¡jaja!. Por otro lado, haber estudiado Bellas Artes me dio amor por la mancha en sí, el color, o texturas. Muchas veces trato de combinar lo plástico con lo comiquero, no sé qué tan bien me queda, pero por ahí van mis amores.
Me gusta mucho la fantasía, creo que dibuje más hadas que cualquier otra cosa, (¡y publiqué muy pocas hadas!). Arthur Rackham me encanta. Y todo lo que tenga que ver con The Lord of the Rings me da ganas de dibujar.
El anime me encanta desde chica también: Macross, Evangelion y Sailor Moon me influenciaron muchísimo.
La animación también apareció y me cambió un poco mucho. Viniendo de Bellas Artes tenía un estilo muy plástico y descontrolado en el mal sentido. La animación me ayudó a limpiar la línea y a dibujar en modelo, a explorar no solo la anatomía o la estructura de los personajes sino el movimiento. También es algo que te hace saltar de estilos y rápido, entonces te mantiene la mano aceitada.
En este momento estoy viendo mucha animación, pero de la que ven mis hijos. En una época Cartoon Network y Disney me tenían saturada, pero estamos viviendo un nuevo romance.
Estoy muy muy muuuuuy copada con Gravity Falls y hace más con The Amazing World ofGumball.  También Regular Show y Adventure Time tienen unos estilos que me encantan en todos los aspectos y son muy del lenguaje de animación. Lo absurdo, tierno y fantástico. Todas las películas de Disney/Pixar son increíbles, y me hice fanática de la actuación de Anna en Frozen y de Rapunzel de Enredados.
Por supuesto Miyazaki me hace enamorar de la animación y del arte en general. Ponyo es una película que podemos ver mil veces en casa y nos sorprendemos siempre como  la primera vez.
Los videojuegos también están presentes en casa, por mi hijo y por el trabajo de Sage. Siempre me gustó la estética de los juegos, y ahora se están haciendo cosas muy experimentales que hasta se acercan a la ilustración  infantil.
Trabajar en videojuegos también es un desafío y nutre lo demás, esa puntillosidad necesaria para los juegos es un entrenamiento duro.
Todas esas cosas me inspiran, no sé si se refleja en mis dibujos, pero me inspiran sin duda.

Sabemos que realizaste la portada del libro de tu hermana Valentina Vidal llamado Fondo Blanco. ¿Qué sentiste al hacer este trabajo?
Y… una responsabilidad gigante y hermosa. Para Val era importante porque fue su primer libro de cuentos publicado, y que ni más ni menos que mi hermana me deje hacer la portada,  fue muy lindo.
Habíamos hecho algunas historietas cortas para “Comiqueando” y para “Historietas delSótano”, pero mucho mas no pudimos colaborar en trabajos mutuos porque ella siempre se dedicó a la música y a escribir, pero no historietas. Entonces esto fue concretar algo que me hubiera gustado que podamos hacer antes. También fue con “Llanto de Mudo”, así que tiene un lugar especial en el alma.
Historieta "Vendran las lluvias suaves" .

 Como mencionamos anteriormente, hiciste trabajos muy variados para distintas plataformas, ¿cuál consideras que te enriqueció más y en cuál te sentís más cómoda trabajando?
La historieta es lo que más me gusta. No es que me guste menos hacer ilustración infantil, o animación, o juegos. Pero la historieta es algo más visceral, necesito hacer historieta, si pasa mucho tiempo sin encarar un proyecto de historieta siento que me estoy yendo de mi camino.
Pero como contaba antes, no me gusta estar mucho tiempo con lo mismo, necesito ir cambiando, de proyecto o de estilo.
Con la historieta voy del color al blanco y negro, no me gusta encerrarme en algo.
Y paso de lo realista a algo súper monono infantil, voy manejando extremos.
A veces pienso que dibujaría mejor si me concentrara en un solo estilo o técnica, pero no puedo, ¡así que es lo que hay!
  
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente? ¿Podes contarnos un poco?
¡Tengo cosas para hacer hasta no sé cuándo! Últimamente estoy trabajando mucho en juegos con Sage, hice diseños de personajes para un juego de zombies para otro estudio, pero todavía no me dejan hablar de eso.
Estoy con Hernán Carreras haciendo humor gráfico semanal y lo publicamos en Facebook, es algo que no habré hecho jamás nunca antes, pero nunca nunca. Se llama Algunas cositas sobre ser padres y ser hijos, y es sobre las aventuras y desventuras de, bueno… ser padres o hijos.
También tengo una historieta de aliens que todavía no vio nadie porque hice muy poco, escrita por David Rodríguez, pero que la tengo que seguir o me va a explotar la cabeza.
Y un libro hermoso escrito por Luciano Saracino que sería la continuación de El porqué de cada cosa, que está en producción también. Él hizo su magia y lo escribió en dos días, y yo acá estoy bocetando.
  
Un consejo para los ilustradores que están empezando y quieren vivir de esta profesión?
¡Qué responsabilidad! Mi consejo es que dibujen siempre lo que les gusta, no lo que piensan que le va a gustar a los demás o que va a vender. Cuando uno le pone amor a sus dibujos, siempre alguien mas lo va a hacer, lo demás fluye.
Y por supuesto estudiar, documentarse, ver dibujantes, hacerse amigos de dibujantes y por último, pero no por eso menos importante, salgan a ver el sol, amigos, tengan una familia, perro, gato. Sino, ¿qué van a contar?


 
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